Abaixo a história das duas candidatas ao governo do Chile
Histórias parecidas com lados bem distintos
Leitura muito interessante
Alguem diria: "coincidências da vida" ...
Eu digo: "estratégias de combate e sobrevivência"
Alguma duvida que Evelyn se deixou usar e embarcou na farsa?
Por essas e outras sempre afirmo: " não basta ser mulher..."
Quem representa a história de luta das Mulheres da América Latina?
Quem representa a história de luta das Mulheres da América Latina?
Chile y sus sombras sobre dos mujeres
Por: Eric
Nepomuceno
En las
elecciones presidenciales de noviembre de este año habrá en Chile, por primera
vez, dos mujeres candidatas con posibilidades de victoria. Una, la favorita, es
la socialista Michelle Bachelet, que fue presidente entre 2006 y 2010 y se
presenta por una alianza de centro-izquierda.
La otra, con
menos chances visibles, es Evelyn Matthei, y se presenta por una agrupación de
derecha, armada por el actual presidente, Sebastián Piñera. Ella no oculta a
nadie que, más que conservadora, es pinochetista.
Hay que
reconocer una cierta osadía en esa declaración: al fin y al cabo, ni siquiera
Piñera, que fue admirador de Pinochet, se define hoy día como pinochetista.
La
disputa entre Michelle y Evelyn trae una característica muy singular: las dos
se conocen desde la infancia, crecieron muy cercanas y cada una vivió un lado
del tiempo que cubrió Chile con la sombra de una larga y trágica noche: la
dictadura salvaje del general Augusto Pinochet.
Michelle
es dos años mayor que Evelyn. El padre de Michelle, Alberto Bachelet, fue
general de la Fuerza Aérea de Chile.
El padre
de Evelyn, Fernando Matthei, también. Igual que sus hijas, Alberto era dos años
mayor que Fernando.
El padre
de Michelle fue fiel al presidente Salvador Allende. Luego del golpe del 11 de
septiembre de 1973 cayó preso y fue torturado. Murió de un infarto en marzo de
1974, luego de una sesión de tortura.
Luego del
golpe del 11 de septiembre de 1973, el padre de Evelyn se unió a Pinochet. En
marzo de aquel nefasto año de 1974, dirigía la Academia de Guerra Aérea de
Chile. En los sótanos de esa academia murió Alberto, el padre de Michelle.
Fernando
Matthei, general de la Fuerza Aérea de Chile, dice que no ha participado de la
barbarie de los secuestros, violaciones, saqueos, torturas y asesinatos de la
dictadura de la cual fue figura insigne.
La viuda
del general Alberto Bachelet, de la Fuerza Aérea de Chile, dice que cree en él.
Michelle
Bachelet, que al lado de la madre reconoció el cuerpo de su padre el 12 de
marzo de 1974, no dice nada. Lo único que quiere es que se sepa la verdad de la
muerte de Alberto Bachelet.
En 1958
el capitán Fernando Matthei tenía 32 años y tres hijos: Fernando, de 6, Evelyn,
de 4, y Robert, de uno. Matthei era uno de los 60 oficiales de la Fuerza Aérea
que vivían en una villa militar en una base aérea en los alrededores de
Antofagasta, prácticamente aislados de la población civil de la ciudad.
En 1958
llegó a la villa el también capitán Alberto Bachelet, que tenía 34 años y dos
hijos: Alberto, de 11, y Michelle, de 6.
Ambos
habían bautizado a sus primogénitos con sus nombres de pila.
Los dos
se hicieron amigos inseparables. Las niñas también.
Alberto
era un tipo extrovertido y risueño, Fernando era callado y retraído. Hablaban
de deportes, literatura y música clásica.
Siguieron
amigos por la vida. En 1967, cuando Matthei construyó una casa en Santiago de
Chile, Alberto Bachelet apareció con tres pequeños árboles. Los dos amigos
plantaron los arbolitos en el jardín de la casa recién estrenada. Los árboles
siguen allí, la casa también.
En la
juventud las amigas tomaron rumbos distintos. La hija de Matthei fue a estudiar
en un colegio privado, la elegante Escuela Alemana, donde obtuvo una beca. La
hija de Bachelet fue a una escuela pública.
En las
elecciones presidenciales de 1970 los dos amigos tomaron rumbos distintos.
Alberto Bachelet votó por Salvador Allende, Fernando Matthei prefirió al
candidato conservador, el ex presidente Jorge Alessandri.
La
amistad, en todo caso, se mantuvo intacta. En 1971, Matthei fue enviado en
misión a Inglaterra, y Bachelet fue a trabajar en el gobierno de Allende.
El 11 de
septiembre de 1973 Matthei todavía estaba en Londres. No participó del golpe
urdido por Pinochet. En realidad, ni siquiera sabía de la conspiración.
El 11 de
septiembre de 1973 Bachelet ocupaba un puesto de relieve en el Ministerio de
Defensa, en Santiago. Por no sumarse al golpe, fue preso aquella misma mañana.
Deambuló de cárcel en cárcel hasta llegar, en marzo de 1974, a los calabozos de
la Academia de Guerra Aérea. En la mañana del 12, a los 51 años, sufrió un infarto
luego de varias sesiones de torturas.
Su amigo
de toda la vida, el general de la Fuerza Aérea Fernando Matthei, era el
director de la Academia.
A lo largo de los seis negros meses desde que se
desató la carnicería en Chile la Academia había perdido sus funciones y se
transformó en el sitio donde estaban detenidos militares que se negaron a
sumarse a Pinochet.
Matthei
aseguró que no tenía ningún control sobre lo que ocurría en la Academia, y que
casi no iba a su despacho, que lo suyo era meramente simbólico.
Reconoció
que sabía que en los calabozos del sótano estaba su amigo de toda la vida,
Alberto Bachelet, pero que nunca lo fue a visitar. Dijo que la prudencia se
sobrepuso al coraje.
Pocos
días después de la muerte de Bachelet su viuda, Angela, y su hija Michelle
fueron detenidas y llevadas al campo de concentración Villa Grimaldi. Luego de
casi un año salieron al exilio. Volvieron en 1979, con el aval de Fernando
Matthei, que en 1978 fue nombrado jefe de la Fuerza Aérea e integraba la Junta
Militar encabezada por el mismo Augusto Pinochet de siempre.
Michelle
se hizo médica pediatra; Evelyn, economista. Michelle empezó una discreta
militancia clandestina en el Partido Socialista, a mediados de los años 80.
Evelyn ascendía en las empresas de un joven exitoso que ganaba ríos de dinero
gracias a sus buenas relaciones con la dictadura: Sebastián Piñera.
Las dos
ya no se hablaban ni se veían. Volvieron a encontrarse durante la campaña
electoral de 1989. El país estaba volviendo a la democracia, y Michelle apoyaba
la coalición de centro-izquierda que llevó al demócrata cristiano Patricio
Aylwin a la presidencia. Evelyn se eligió diputada nacional por el Partido Renovación
Nacional, de derecha, integrado por figuras prominentes durante la larga noche
de Pinochet.
El resto
de la historia es bien conocido. Siempre discreta, Michelle Bachelet ha sido
ministra de Salud, luego de Defensa, y en 2006 asumió la presidencia de Chile.
Evelyn
Matthei cuenta que cuando las dos se rencontraron, en 1989, hablaron mucho
sobre el tema de los derechos humanos.
Ha de
haber sido una conversación rara, delicada, entre la hija de uno de los
miembros de las juntas militares de la dictadura más sangrienta de la historia
de Chile y la hija de un general muerto en la tortura por haberse negado a
respaldar ese régimen de cuervos.
Ahora,
bajo la sombra de esa historia, las dos vuelven a encontrarse en la vida
política de Chile. Una saldrá de ese encuentro como presidenta. La otra se
quedará en el camino.
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